Una marcha decidida a conseguir su objetivo |
"Derecho a que ningún ecosistema,
ninguna especie animal o vegetal,
ningún río o lago sea eliminado o exterminado
por acción de los seres humanos”
(Evo Morales - Decálogo 2008)
ninguna especie animal o vegetal,
ningún río o lago sea eliminado o exterminado
por acción de los seres humanos”
(Evo Morales - Decálogo 2008)
Tras la fría mañana de un 18 de octubre y ante el soplido congelado del altiplano, inmenso e indomable se levantan las carpas de campaña de los marchistas, que tras de más de 60 días de salir de sus comunidades sumidos en la esperanza de ver cumplidas sus demandas marchan al encuentro de esta hazaña. Atrás quedan, aunque no se olvidan los traumas del 25 de septiembre del acto genocida.Unos medios de comunicación hablan de hazaña por la convicción de mantienen los marchistas, otros tantos se pronuncian como un gesto de manipulación del gringo norteamericano, de las ONG's, de los partidos de oposición; lo cierto es que esta mañana las emociones, de las más distintas y en los distintos grados, se encuentran agolpadas en toda Bolivia al saber que solo están a 12 kilómetros de la sede de gobierno: LA PAZ. En la tranca de Urujara (lugar de reinicio de la partida), el día de ayer el viceministro de movimientos sociales Cesar Navarro, llevó personalmente una carta de invitación al diálogo del presidente del estado plurinacional de Bolivia Evo Morales, quizás previendo las acciones futuras del día de hoy, quizás obligado por la coyuntura; lo cierto es que lo incierto se hace más eco este día.
Esta acción me recuerda a los años 90', cuando los indígenas del oriente marcharon hasta La Paz para pedir lo que por justo les corresponde, ser reconocidos por el estado boliviano. La constitución política del estado, hasta ese entonces, no tomaba en cuenta la presencia de los indígenas originarios (que contraste a pesar de que a partir de la revolución de 1952 el voto universal ya los tomaba en cuenta para emitir su deber ciudadano, el estado no reconocía su presencia legal y legítima). Pero a partir de esta expresión es que desde 1993 son reconocidos en la ley de leyes de Bolivia. Nuestro presidente vive y es heredero, al igual que todos nosotros de una patria pluriétnica y multicultural y él es quien fue el encargado de escribir esta parte de la historia.
Esta realidad, es la lucha constante por el derecho a vivir, a existir… a sobrevivir, esta discusión dialéctica de una Bolivia del buen vivir con la Bolivia que el modelo espera, fue lo que le condujo a vivir este proceso de cambio. La historia le encargo en los hombros de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo ser artífice de escribir esta historia, una que se le ha mirado y aún sigue mirando de frente sin temor a soslayarla. Pero también las historias se hacen más apasionantes y son dignas de escribir cuando están presentes los villanos, los problemas; mismas que le dieron los lack’anasos (cachetadas) existenciales a este proceso de cambio, que tiene que ser conforme a lo que el pueblo lo demanda, sin desviar los pasos.
El trauma de la represión genocida, queda. Más no la convicción de lucha continua |
Ni la lluvia detiene la convición de lucha |
Sin duda alguna las acciones del día de hoy; por parte de los movimientos sociales, los marchistas, los medios de comunicación, del colectivo social y en especial del gobierno marcaran un hito en el imaginario, en las emociones y las acciones más trascendentales respecto a la posición que se asuma.
Esta es la historia que se escribe, la humanidad hace historia y nosotros mismos somos expresión de la misma historia, cada paso hace historia.