Desde
la década de los años 80 que en Bolivia, toda acción de maltrato, violencia en
contra de la niñez, adolescencia, y a la mujer; se han estado generado
distintos tipos de gestiones en la intención de prevenir y en el mejor de los
casos reducir los índices. Sin embargo en nuestra realidad además de estar
presente se identifica auges desproporcionados. A pesar de normativas que
reinvindiquen los derechos y la protección, a pesar de que garanticen su
desarrollo integral como personas; los indicadores señalan que de cada 10
agresiones sexuales a niños, niñas y adolescentes, 7 se encuentran dentro de
casa, 2 son conocidos y 1 es un desconocido.
El
entender que es violencia sexual a niños, niñas y adolescentes es vital para su
prevención, el mismo se refiere a cualquier conducta sexual mantenida entre un adulto
y un menor. Más que la diferencia de edad -factor, sin duda, fundamental que
distorsiona toda posibilidad de relación
libremente consentida-, lo que define el acto es la asimetría entre los implicados
en la relación y la presencia de coacción -explícita o implícita-. No deja, por
ello, de ser significativo cuando también están presentes muchos hechos de
violencia sexual provocados por otros menores.
Desde
hace pocos años, particularmente desde hace tres años que en SEDEGES se
implementado un programa llamado Despertares, un “Centro Especializado de
Prevención y Atención Terapéutica” CEPAT a víctimas niños, niñas y adolescentes
de violencia sexual; a partir de esta instancia que se viene visibilizando cada
9 de agosto como el día nacional de la solidaridad con las víctimas de
agresiones sexuales y en contra de la violencia a niños, niñas y adolescentes.
Además apoyados por una normativa, ley 3773.
Por
otro lado las estadísticas señalan que,
según la OPS-OMS de cada 100
hechos de violencia sexual en contra de menores de 18 años, sólo 20 llegan a
instancias judiciales y solo en 5 se logra la condena del agresor. En Potosí,
desde el 2011 a la fecha el 66% corresponden a Víctimas mujeres, el 4% a
adolescentes varones, el 18% a niñas el 6% a niños y otros a un 5%; que se
manifiestan a situaciones no siempre de violencia sexual y que sin embargo por
su situación delicada y de solicitud de atención interinstitucional
especializada demanda que el CEPAT se haga cargo.
A
partir de la aprobación de LA LEY 7337 que señala al día 9 de agosto DÍA
NACIONAL DE LA SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS DE AGRESIONES SEXUALES Y EN CONTRA
DE LA VIOLENCIA A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES”, es considerada como un acto más
que grita a una voz no más violencia sexual a los más indefensos.
Hoy
en día no podemos concebir el avance, mejora y el desarrollo de una ciudad, un
departamento, un país, sin considerar que esta tarea responde al esfuerzo
mancomunado de todas las instituciones vinculadas, de una u otra forma; pero en
especial del colectivo… de esa persona a pie que en el día a día no solo tiene
el deber de cumplir con el rol de ser ante todo una persona…, un boliviano,
sino que tiene que ir mucho más allá que simplemente cumplir; ahí la dignidad
de una persona, de un grupo; de un país. Ahí la responsabilidad de todos
nosotros.
Juntemos nustras intenciones, y nuestras acciones en contra de toda violencia sexual a niños, niñas y adolescentes
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