lunes, 15 de mayo de 2017

MÁS ALLÁ DEL JUEGO DE LA BALLENA AZUL

Estas últimas semanas en varios medios de comunicación han viralizado un juego macabro denominado la Ballena Azul, varios de ellos invitaron a “especialistas” a hablar del tema, detallaron los famosos 50 pasos, indagaron en varios países sobre sus efectos y de los suicidios a los cuales muchas/os adolescentes habían llegado. Sin embargo ¿qué hay más allá del juego?.
Además de este juego al que expreso abiertamente que los medios de comunicación no manejaron con buen tino, en una praxis adecuada de su formación ética; desarrollaron conductas de psicosis colectiva. Entiendo que un medio de comunicación se basa en pilares como: Educar, Informar y Entretener. Sin embargo manejar una información tan delicada y con un alto contenido de morbo, hacerla viral y sin medir las consecuencias de esa acción es realmente macabro.
Ahí, que frente a estos desajustes del buen vivir, frente a la irrupción de la tecnología que entre muchas otras cosas buenas que la acompañaron, también se vinieron trastornos donde, seguro estoy, la famosa “Ballena Azul” se queda pequeña frente a otros juegos que por suerte no se hicieron virales. Ahí que es necesario incidir en prevención. Para ello es de responsabilidad de todos y en especial de los padres de familia dejar el discurso de que la tecnología no es para ellos. Hoy más que nunca un padre, una madre debe sumergirse, debe migrar al mundo de la tecnología y obligarse a aprender. Solo desde esa realidad será más capaz de hacer prevención, desechar en un padre esos dichos de: “… solo uso el celular para llamar y responder llamada” es realmente negarse a conocer lo que su hijo (con un mundo de tecnología en sus manos hace a partir del uso de la internet). Por tanto es negarse a reconocer que se está quedando atrás en su rol de formar dignos ciudadanos.
En investigaciones desde el 2014 se logró identificar un juego macabro de fabricación japonesa denominada RAPELAY la cual consistía en secuestrar jovencitas, violarlas, tomar fotografías desnuda y luego obligarlas a abortar; otro juego llamado PEDRO DICE, agrupaba a jovencitos para desafiarse en conductas extremas como: “quien aguanta más tiempo colgado de una soga”; SAN ANDREAS, un juego que tiene diferentes modalidades desde pornografía, matar, robar, y torturar.
Entonces estimado lector muchos al no querer migrar al mundo de la tecnología y negarse a descubrir que los riesgos no solamente se encuentran en las calles sino también en las redes sociales es ser simplemente un “analfabeto del mundo de la internet”. Desde ese escenario difícilmente un padre de familia hará prevención y simplemente desde esa ignorancia establecerá factores de riesgo. Lo lamentable que nuestra niñez y adolescencia resulta siendo más vulnerable.

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