NIÑEZ SEXUALIZADA: UN TEMA LÚGUBRE A DISCUTIR

¿Alguna vez de pequeño fuiste a un cumpleaños?, o ahora que ya eres grande ¿pudiste, o tienes la oportunidad de observar a la niñez de ahora en estos actos festivos?, o si de repente y para las paradojas que nos impone la vida ¿escuchaste, leíste o viste, la pronta realización o coronación de una reina infantil... de cualquier cosa? No sé cómo lo tomes lo que vaya a continuación se escribe, pero sin duda nos dejara pensando en las dimensiones del desarrollo de la niñez, de la adolescencia y como consecuencia lógica de la construcción una sociedad emocionalmente estable; alejada de los transtornos desquiciantes.
En varios países, y en nuestra ciudad en varios escenarios parecen ingresar en un monótono el hecho de ver a niñas en trajes bastantes adultificados (entiendo un neologísmo), me refiero a vestirles como para adultos, trajes de noche, trajes de baño, modelando vestimentas que tienden a la lencería; ahora es más común verlas usando pintura en el rostro aparentando mayoría en su edad; cuando quizás ni pasaron de primaria. Hace unas semanas atrás pude observar una lección de miss chiquitita e identifique a una niña, no más de 5 años, con vestimenta en blusa escotada, una falda corta y unos zapatos con taco alto, pero además de ello me quede estupefacto, en mi rostro dibujado una lividez al ver que en el rostro de la niña tenía un implante de pestañas, quizás en mi arcaico entender debía ponerme normal; pero no fue así me incomode. Quise buscar en los demás rostros de los adultos si se encontraba la misma imagen, muchos compartíamos la incomodidad de ver la escena de una niña convertida en adulta; menos la madre que se ensimismaba en su alegría. 
En otra ocasión y en compañía de la familia y los niños nos fuimos a una fiesta de cumpleañitos, en ese acontecimiento vimos a unas docenas de niños inicialmente poco animados al escuchar canciones de las que disfrutaba como: Pinpon, el carrusel, entre otras (quizás porque no lo habían escuchado antes y no les resultaba familiar ni motivador). Un personaje les llamo a pronunciarse e insto a bailar en rededor de un payaso que intentaba animar la fiesta. Sin embargo hubo algo que me llamo la atención esas niñas movieron el cuerpo con una sensualidad única, que para la edad no les corresponde; lo peor de ello era que los mismos padres les motivaban a seguir bailando esos temas sexualizados como los de reggaetón, perreo, entre otros. Esas acciones sin duda me movilizaron a escribir estas líneas ¿Qué nos esta pasando?.
Nuestras inconsistencias como padres nos llevan a tener que tragar el sabor amargo de que en la adolescencia en Bolivia cada día se producen un promedio de 246 embarazos, según UNPFA (2015), cuando en Potosí, según SEDES cada día hay embarazos que rondan los 13 en 24 horas (octubre, 2016). Nuestras inconsistencias nos llevan a entender de que cada vez sean más los hechos de violencia sexual a niñez y adolescencia. Claro, hay razón, si cuando entran al kínder, solo el primer día nos acercamos a preguntarle quien le gusta o le molestamos a ver si tiene pareja, que inconsistentes somos como padres cuando le aplaudimos a nuestros hijos bailando sensualmente el cuerpo y de repente no están en la edad para ello, que inconsistentes somos cuando vamos a la escuela sea para llevarlo y/o recogerlos por temor a que les pase algo o alguien les haga algo, y sin embargo le dimos el celular de alta tecnología para que navegue por lugares impensados estando a un clic de ser, más que hacer, víctimas de delitos; ahora los delitos ingresaron al mundo cibernético.
De repente y sin darnos cuenta –quiero pensar que es así (y espero estar equivocado)- los sexualizamos, los sensualizamos y los exponemos en riesgo de ser víctimas de algún delito. Y no como esos y esas padres y madres que ven a la niñez nó como hijos, sino como mercancía y van ofreciendo como objeto de moda, pareciera que se encontró en la niñez un medio de lucro; impidiendo que vivan plenamente su niñez, los suben a la pasarela a desfilar lo que no son, a exponer la fantasía de lo que no pueden ser y sin serlo están obligadas ser y solo aparentan, mientras más sensuales se muestran es mejor, ganan más ¿quién? los inconsistentes padres.
 
Sería bueno prevenir que esos hechos no se repitan en nuestro contexto y que nuestras autoridades regulen estos accionares, porque resulta mejor que tratar de corregir actitudes de esos algunos/as padres que lucran con la inocencia de nuestros más pequeños; degenerando la salud emocional del colectivo social. Nuestra psique tan endeble deberá también hacer mención de que nosotros, los padres de familia debemos concentrar acciones verdaderas de un rol que no debe ser simplemente emblemático sino significativo el de meternos en nuestra pega, nuestro rol; ser padres que busquen constantemente el bienestar de nuestra niñez 

Véase también: http://elpotosi.net/opinion/20151222_ninez-sexualizada-un-tema-lugubre-a-discutir.html