jueves, 24 de mayo de 2018

ACTOR PRINCIPAL

Se entiende que la base de la percepción a una crisis en cualquier persona son los pro lemas. Toda persona tiene problemas, es parte de la vida misma; aunque en lo antagónico es lo opuesto (o podría ser) a vida.
Escuche a Jorge Lozano (conferencista mexicano), lo cuál me fascino y en mis charlas motivacionales siempre que puedo la expongo, cuando compara la vida con una telenovela. En la misma hay actor o actriz principal, actores secundarios; y que nunca puede faltar quien haga el papel de mala/o o villana/o.
Pido a las personas se imaginen la telenovela, una película o una serie que les haya gustado. Veo los rostros de las personas recordar con agrado, en una sensación de volver a ver, después solícito eliminen a ese actor o actriz  que hace el papel de maldad pura sea borrado del mapa, sea eliminado de esa novela ¿gustaría volver a ver? En su integridad responden que no, que no habría interés porqué quien hace el rol de mala, malo viene a darle el sabor a esa obra.

En la vida, pregunto:¿quién es entonces el actor o actriz principal? Es de suponer que cada uno de nosotros somos actores principales en la telenovela de nuestras vidas. Que ese actor o actriz que hace el papel de villana/o es necesario en nuestras vidas porque esos problemas nos enseñan a vivir... Es una cuestión de actitud diría alguien, una actitud positiva y de auto diálogo constante que somos actores principales y que no podemos darnos el lujo de que brille esa mala, o malo en la telenovela de nuestras vidas.
A ello agrego que como personas tenemos un potente ingrediente, aunque muchas veces la desconocemos, llamado RESILIENCIA. Esa capacidad para poder resistir esos problemas y sobreponerse ante los mismos e incluso ser mejor que antes. Que una persona resiliente tiene que saber resistir a esos problemas, pero con la firme decisión de sobreponerse y surgir ante esos problemas. Como una ave que puede sentir estar anquilosada ante los conflictos extender sus alas y volar. Porque ese anquilosamiento es solo una percepción errónea, que si se puede escribir una historia diferente en nuestras vidas, dignas de contar.

lunes, 19 de marzo de 2018

PADRE ARQUETIPO

Ph'isca warmis-Ajayu-Genecherú
¿Qué son estas palabras?
Cinco mujeres-Aliento de vida- El fuego que nunca se apaga. Quechua, aymará y guaraní se juntaron para compartir.
Hoy 19 de marzo se recuerda el día del padre en Bolivia y a manera de preámbulo empezaré con esta historia y estas estas palabras que se encontraron en una ocasión, entre las casualidades o los destinos marcados por la vida que tiene escrita en nuestras vivencias.
Resulta que en Potosí me encontraba en medio de un evento internacional de turismo, mi padre nos había ayudado en la logística y en una noche dos personajes de renombre se habían reunido en un restaurante de nombre Ph'isca warmis, al cuál yo era el anfitrión, me dije casualidades de la vida que nos reunamos en un restaurante de nombre quechua, un paceño donde vive lo aymara y un camba donde lo guaraní hizo su fama.
Fernando Cajias un historiador de La Paz, Rubén Poma de Santa Cruz, inevitable una fotito del recuerdo... Mientras compartíamos una bebida, en lo que llegaba el plato principal, la conversación giraba en torno a la situación social de nuestro país. Resultó de mucho aprendizaje escucharlos, un privilegio de pocos, el público uno solo en ese coloquio de dos eminencias.
Entre facisnantes intervenciones hoy me viene a la memoria lo manifiesto por Rubén Poma, que hablo de los arquetipos y estereotipos. Resulta que, parafraseando a Rubén, los estereotipos son construcciones cognitivas de lo que es, se conoce que es o que son ( así en sencillo) al camba los estereotipos son particulares de como se lo conoce, así como al paceño, al chalaco, al Potosí no; él dijo: "sería mejor empezar a romper esos estereotipos y ser ARQUETIPO, ser distintos desde nuestras identidades", esa afirmación aún presente en mis cavilaciones marco mis pasos.
Hoy se recuerda el día del padre y los estereotipos que se tejen en torno de lo que es ser un PAPÁ, por generalidad rondan en que es poco expresivo, duro por fuera, que su gran corazón se esconde porque tiene que mostrarse fuerte, entre muchas más; en el peor de las opiniones que es muy violento. Pero veo que se están rompiendo esquemas... Estamos ante una generación arquetipo, distinto a como se lo conocía y sin embargo muchos desafíos se presentan ante ella. Seamos pues entonces padres arquetipo, rompamos esquemas y seamos padres de amor...

jueves, 8 de febrero de 2018

¡¡Ponme la cadenita!!

En algún hogar del mundo, esa mañana, como todos los días, se escuchaban los gritos alterados de un hombre regañando a su hijo:

-Levántate pronto, lávate la cara, los dientes, péinate, ponte la camisa....

Pero apúrate, tienes que ir a clases. Sabes qué?... Ya no hay tiempo para que desayunes, en el camino tomarás tu jugo, pero no lo vayas a tirar..

Qué te dije, tonto? Ya te manchaste la camisa. Me tienes harto, nunca aprendiste a hacer bien las cosas.

*El chiquillo guardaba silencio, sabía que le podía ir peor. Estaba tan atemorizado que ni siquiera podía decirle "papá".*

En la escuela, constantemente era reprendido por su maestra porque se distraía. Siempre pensando por qué no podía ser feliz como los demás niños.

Esa tarde al regresar a casa, sin saber por qué, se atrevió a romper el silencio y dijo:

-Hoy me preguntó la maestra en qué trabajas y no supe qué responder.

Yo entreno perros, dijo el hombre.

-Y para qué los entrenas? dijo el niño.

-Los enseño a ser obedientes, a sentarse, a echarse, a quedarse quietos, a brincar obstáculos, a no hacer destrozos, cuidar la casa, cuidar y proteger a los niños, los entreno para trabajar en la policía, en los bomberos, los entreno para rescatar personas, para salvar vidas localizando explosivos y muchas cosas más.......

Ah! también los entreno para ayudar a caminar a las personas ciegas!

Con mucho interés seguía preguntando:

-Y les pagan a los perros por hacer todo eso?

Claro que no, dijo él.
A cambio reciben mucho amor, atención y cuidados de parte de sus dueños o de quienes trabajan con ellos.

- Y cómo logras entrenarlos?

*-Es muy sencillo, dijo. Solamente les pongo una cadenita, los llevo a pasear, camino y platico con ellos y poco a poco les voy enseñando. Cuando no hacen bien los ejercicios los corrigo firmemente pero sin lastimarlos, después los acaricio para que sientan que no estoy enojado con ellos! Pero se necesita mucha paciencia!*

El pequeño, muy emocionado, quería salir corriendo y platicarle a sus amiguitos lo que acababa de escuchar, pero de pronto....
con ese gesto infantil, característico y natural que hacen los niños cuando sienten que van a brotar sus lágrimas, levantó su carita inocente y dijo............  

*-Ponme la cadenita!*

Yo también quiero salir a pasear y platicar contigo, quiero aprender muchas cosas de ti, quiero que me corrijas si lo hago mal y después me acaricies para sentir que no estás enojado conmigo!

A cambio yo seré un niño obediente, no te haré enojar más, no haré destrozos, cuidaré la casa, aprendere a cuidar a las personas, a salvar vidas.........

Ah! y si un día tú quedaras ciego, yo te ayudaré a caminar!

*¡Por favor, ponme la cadenita, solo tenme paciencia!*

El hombre aquel, estalló en un sollozo profundo que le desgarró el pecho. Y al abrazar a su hijo, sintió que de su corazón salía una cadenita que rápidamente se enlazaba con el corazón de su hijo.

*¡Era una cadenita con muchos eslabones de amor, de calor humano, de comprensión y mucha paciencia!*

El niño sonrió, se acurrucó en su pecho y dijo:

¡Gracias, Papá!

Autor: Ramón Sánchez Mata.

Que todo lo amable, gentil, tolerantes, cariñosos, cuidadosos que podemos ser, lo seamos con los nuestros, hijos, esposo (a) padres, nietos, hermanos, familia y los que nos rodean y podamos reflejar así el amor de Cristo en donde nos movamos.