EN EL DÍA DE LA AMISTAD

Quizás los encuentros de estos días no nos trabajan en las emociones, esas que una persona gusta sentir en días especiales.

Desde las distancias que nos separan nos llevan a reinventarnos, nos llevan a encontrarles nuevas formas de expresar cariño... nuevas formas de construir amistad.

Los tiempos nuestros no son tiempos de antes, ayer mismo compartíamos en una fiesta, esas que ahora se llevan a lo virtual, servirse unas copas en torno a un salud y al choque suave y a le vez efusivo de las copas, esas que hoy solo se muestran en pantallas; un imposible verlas haciendo un cruce de brazos mientras un tema musical nos dibuja sonrisas y nos invitaba a bailar; explosión de emociones.

Son días distintos en los que construimos amistad, esas de pantallas, esas de cajitas interactivas de procesador que nos permiten vernos, escucharnos y levemente sentirnos. Esas que aunque frías debemos aceptarlos… añorando los días en que la calidez de un abrazo amigo nos hacía sentir la esencia de contar con alguien, redes sociales verdaderas que las tuvimos y ahora las perdimos y sin darnos cuenta las perdimos.

Son tiempos extraños, donde se vuelan al tejado de las imaginaciones para encontrar nuevas formas de construir amistad. Ahí estamos, ahí..., desde las distancias nos encontramos para seguir insistiendo para seguir descubriéndonos entre risas de alborotadas de alegría, a veces de fiesta otras simplemente no hacía falta. Entre humores arremolinados de risas en convivencia, al abrazo sutil pero magnánimo de sentir la amistad como una hermandad.

Desde mis lugares que me resguardan les saludo y es envío un abrazo a la distancia. Desde su llegada, ese monstruo invisible…, no sé si decirle maldito o bendecido COVID-19. Que su sola presencia nos genera crisis, nos lleva también a repensar en lo que no valoramos, en lo que realmente es importante; en lo que es el verdadero, en el verdadero significado de la vida.

La amistad es pues parte de esta vida con sentido que toma música sin instrumentos, que canta a su madre que es el amor. Palabra que se reencuentra en tiempos de crisis y que invita a encontrar el chiiji (crisis en chino), que significa oportunidad, la oportunidad de reinventarnos, la oportunidad de reconstruirnos en un término llamado amistad.

Un abrazo… (Carlos Tunqui)