jueves, 3 de febrero de 2011

CONGRESO DE PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN CHILE 2007

Poster del evento: VIII Congreso



En noviembre de 2007 en Santiago de Chile, más propiamente en la Universidad de Chile en el VIII CONGRESO INTERNACIONAL DE PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA LIBERACIÓN estuve en la que quizás fue una de las experiencias con más significativa en las particularidades de mi vida, pero más que el congreso en sí, fue en sus consecuencias posteriores. Este evento en sus particularidades, permitió mostrar las experiencias que se vivían en los movimientos sociales de Bolivia, en cuanto a los nuevos procesos políticos-culturales que se venían dando, sin embargo dentro de las coyunturas que se producían en cuanto a la asamblea constituyente instalada en la ciudad de Sucre cuyo objetivo era el de dar los nuevos lineamientos, el nuevo rumbo, el nacer de nuevo de un país bajo percepciones, concepciones y hasta cosmologías totalmente distintas a las impuestas en 1825; ya que en ese entonces no se contó (bajo los discursos de los movimientos sociales) con la participación de indígenas y originarios, siendo tan solo un puñado de interesados en el bien particular más que común.
Junto a conferencistas internacionales
Me había centrado en hacer presente en las experiencias que se producían, particularmente en los aconteceres de las universidades públicas, en especial el de la Universidad Tomás Frías con el tema: “Autonomía Universitaria; visiones y propuestas?”, que por íncrible que parezca se encontraba paralizada por más de 9 meses. Los movimientos estudiantiles cansados de seguir con los mismos escenarios de cuoteos, camarillas y nepotísmo a nivel de docencia y  personal administrativo decidieron realizar movilizaciones buscando el saneamiento docente de esta institución. Una lucha de intereses los había llevado al aletargamiento de la búsqueda de soluciones generando en el colectivo social descontento y desesperanza; más aún a nivel intra estudiantil y docente.

Maritza Montero y amigos de Bolivia
Sin duda alguna durante ese tiempo de incertidumbre y durante los momentos de enfrentamiento que se produjeron entre docentes y estudiantes, se vivieron hechos traumáticos por ambos lados. Vivencias que se presentaron bajo la capa de los análisis psicosociales. Las emociones que se juegan en estos escenarios nos hacen dilucidar sobre la importancia de generar estrategias adecuadas de resolución de conflictos, priorizando ante todo la salud mental y emocional de los actores de esta trama.
En las aulas del congreso se presentaron las consecuencias que se generaron tanto positivas y negativas. Fue el espacio para compartir con la vivencias en latinoamericanas y como la universidad como casa superior de estudios no puede desprenderse de la realidad, sino esta encargada de hacer práxis, como un compromiso social con su medio.

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